La querella es un escrito por el que se informa de una acción delictiva a las autoridades. En la querella se acusa a una persona de haber cometido un delito y se inicia un proceso penal consecuente.
Una querella es un derecho de la víctima que tiene sobre todo dos objetivos. Por un lado, informar a las autoridades correspondientes de la comisión del delito. Por otro lado, su deseo de participar en el proceso penal que deriva de ello.
Además, en una querella es posible diferenciar dos partes. Por un lado está el querellado, que es la persona denunciada y puede ser persona física o jurídica. Por otro lado está el querellante, que es quien interpone la querella y acusa al querellado de haber cometido un delito. Igual que la otra parte, ésta también puede ser una persona física o jurídica.
Encontramos dos tipos de querella:
Existe bastante confusión entre los conceptos de denuncia y querella, ya que presentan muchas similitudes. Sin embargo, los factores diferenciales permiten distinguir entre las dos.
Por un lado, la denuncia es una obligación de cooperación del ciudadano, mientras que la querella es un derecho, que todos los ciudadanos pueden ejercer si lo desean.
Por otro lado, en la denuncia no se es parte acusadora del proceso penal y en la querella sí es una acusación particular. Por tanto, esto también conlleva la diferencia respecto al desistimiento.
El desistimiento no existe en la denuncia, pues no se forma parte del proceso penal.
En la querella, en cambio, puede existir desistimiento en base a diversos condicionantes. Por ejemplo, cuando el hecho delictivo no pueda ser perseguido o cuando el querellante fallece antes de finalizar el proceso penal o por incapacidad, sin que herederos o representantes legales puedan sostener la querella dentro del plazo de los 30 días siguientes.