Ley de la segunda oportunidad

Soluciones para deudas bancarias

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Las deudas bancarias representan una de las preocupaciones más importantes de los clientes de estas entidades.

En la actualidad hay diferentes soluciones que pueden aprovechar, con el fin de reducir, reestructurar o cancelar estas deudas.

La Ley de Segunda oportunidad, ¿una solución?

La Ley de Segunda Oportunidad es un procedimiento extrajudicial que pueden aprovechar personas naturales y empresas, para reducir sus deudas, incluidas aquellas contraídas o existentes con el banco.

Esta solución tiene una serie de requisitos y una figura clave, que es la de mediador concursal, por lo que los caminos hacia los que puede dirigirse son varios. En resumen las dos opciones más frecuentes para solucionar deudas bancarias por esta vía son las siguientes:

  • Un plan de pagos realista de las deudas no exoneradas.
  • Exoneración de todas las deudas.

¿Cómo reestructurar una deuda bancaria?

Otra solución con la que es posible hacer frente a las deudas bancarias es lo que se denomina “reestructuración”.

Reestructurar las deudas consiste en unificar todos los productos financieros todavía cuyo pago todavía no se ha satisfecho y unificarlos en un único crédito.

Para ello hay que reunirse con la entidad bancaria, plantear la situación y ver los pasos necesarios para conseguir esta reestructuración de la deuda.

Este proceso requerirá modificar los plazos de devolución del dinero, así como también la tasa de interés de todo el importe debido. Hay que prestar atención también a no incurrir en incumplimientos de las condiciones asociadas a cada uno de los productos financieros que son reestructurados.

Esta solución ofrece muchas ventajas, pero la mayor de todas es que se puede negociar con el banco un plan de pagos realista, en base a los ingresos estimados y con el que se adquiere un compromiso de devolución asumible.

Además, también es una medida óptima para evitar incurrir en impagos en la situación de deuda actual y, en consecuencia, a tener que hacer frente también a los correspondientes intereses por demora.

¿Cuándo prescribe una deuda bancaria?

Las deudas prescriben. Sin embargo el plazo de prescripción es diferente, en función del tipo de deuda que sea, así como de ciertos condicionantes que pueden condicionarla.

De forma general, una deuda que no tiene un plazo concreto especificado, prescribe a los 5 años, en base a lo expuesto en la Ley 42/2015, de 5 de octubre, que representa una reforma de la Ley 1/2000 de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.

Los préstamos personales entran dentro de esta prescripción a los 5 años, incluyendo las deudas por tarjetas de crédito. Sin embargo hay excepciones.

Aquellas deudas anteriores al 6 de octubre de 2015 mantendrán la prescripción anterior a la Ley de 15 años. No obstante, ninguna podrá excederse de los 5 años desde la aprobación de esta Ley. Es decir, que esas deudas también estarán prescritas a partir del 6 de octubre de 2020.

Por último se encuentran las deudas hipotecarias, que tienen un plazo de prescripción de 20 años, periodo en el que la entidad financiera puede reclamar legalmente en caso de impago.

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